‘Hay mejora, pero aún se ven los nubarrones’

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Las causas: escasez de contenedores, incumplimientos en itinerarios e incremento en las tarifas del transporte marítimo.

Durante el año 2021 hemos sido testigos de la recuperación económica global que, aunque ha sido desigual entre economías avanzadas, emergentes y en vías de desarrollo, ha permitido recuperar parte de lo perdido durante el año 2020 a causa de la crisis generada por la pandemia de la covid-19.

Sin embargo, se avecinan nubarrones, como la crisis de los contenedores y los riesgos de inflación, que pueden afectar las perspectivas de crecimiento económico global y profundizar las brechas en regiones como América Latina.

A medida que avanza el 2021, diferentes organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional revisan sus perspectivas de crecimiento económico al alza como resultado del avance en los planes de vacunación y las aperturas de las economías que han permitido estimular el comercio internacional de mercancías.

Al respecto, el FMI estima que la economía mundial crecerá en 6,0% en el año 2021 y 4,9% en el año 2022, con mejores perspectivas, principalmente en economías avanzadas que mantienen los apoyos fiscales a la población para estimular el consumo.

Como resultado de la recuperación, la Organización Mundial del Comercio estima que el volumen del comercio mundial de mercancías aumente un 8,0% en 2021 después de haber disminuido un 5,3% en 2020.

Esta tendencia ha permitido que la región de América Latina y particularmente Colombia presente un incremento en las exportaciones de productos agropecuarios, de alimentos y de manufacturas, registrando una variación positiva del 20,9% de estos grupos de productos en el país.

Sin embargo, a causa de una demanda de productos mayor a la prevista aunada a rebrotes en las principales zonas portuarias de China, durante el año 2021 se viene presentando una crisis en el sector marítimo mundial denominada ‘la crisis de los contenedores’, la cual es causada por una escasez de contenedores, incumplimientos en los itinerarios de los buques y un incremento desproporcionado en las tarifas de transporte marítimo.

Esta situación ha profundizado la congestión en los puertos y sistemas de transporte intermodal, sobre todo en los Estados Unidos, que podemos evidenciar en puertos de California como Long Beach o Los Ángeles, donde alrededor de 65 buques están en cola para descargar.

En materia de tarifas, los costos actuales de transporte desde Asia a Norteamérica y Europa son cinco veces más altos que el promedio de los últimos tres años alcanzando incrementos de más del 300% en los últimos ocho meses.

Para América Latina el efecto es aún más grave. El impacto en las tarifas de los fletes ha sido mayor en las rutas comerciales a esta región, que las de las rutas hacia cualquier otra parte del mundo.

A principios de 2021, por ejemplo, los fletes desde China hacia Suramérica habían aumentado un 443% alcanzando tarifas que superan los US$14.000 para un contenedor de cuarenta pies.

Pese a que esta coyuntura está afectando a todos los sectores que participan en el comercio exterior, en el caso colombiano, el impacto es mayor en productos primarios y de alto volumen como es el caso del café y azúcar.

En la actualidad, estos productos no solo presentan dificultades en materia de altos fletes, sino también por la escasez de contenedores e incumplimiento de itinerarios de las líneas navieras generando costos adicionales de almacenamiento, riesgos a causa del deterioro de la calidad de los productos e incumplimiento de clientes en el exterior.

Lo anterior, teniendo en cuenta que los costos de transporte marítimo son un componente importante de los costos del comercio internacional que impactan en mayor medida a los productos primarios frente a productos de alto valor.

Cabe destacar que la Unctad estima que los costos de flete equivalen a valores que oscilan entre el 0,35% del precio de venta al público en el caso de productos manufacturados de alto valor y el 63,55% en el caso productos primarios y de gran volumen.

Los desbordados precios en los fletes son un riesgo que puede terminar afectando el proceso de recuperación del comercio mundial, porque hay productos que no pueden ser transportados.

Aunado a lo anterior, se está generando un aumento en los precios de los insumos de importación que se utilizan para procesos de producción que se destinan tanto al mercado local como al comercio exterior, generando que estos incrementos se trasladen a los precios de los productos, desatando una inflación, principalmente en bienes básicos y esenciales, porque las mayores tarifas terminan pagándolas quienes al final demandan ese tipo de importaciones.

Esta situación viene afectando principalmente a pequeñas y medianas economías, de países que tienen alta vocación exportadora o que dependen en gran medida de importar bienes, entre ellos alimentos, medicamentos y materias primas y terminarán ahondándose en las brechas sociales debido a que esta situación no tiene una solución en el corto plazo, pues los pedidos de las navieras para la producción de contenedores y buques tardará por lo menos dos años en ingresar a la operación.

Ante este panorama, que no da tregua y puede ser de peores magnitudes, las instancias multilaterales como la Organización Mundial del Comercio debería abordar la problemática y tomar acciones que permitan mitigar los impactos que ya se vienen presentando en el comercio mundial de mercancías, en incremento desproporcionado en precios y a la correspondiente inflación, terminaría afectando las metas y propósitos en política macroeconómica de las economías.

Javier Díaz
Presidente de Analdex

Fuente: https://www.portafolio.co/economia/hay-mejora-pero-aun-se-ven-los-nubarrones-556735

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