Desde la Alianza ONE, creen que se tardarán al menos tres o cuatro meses en solucionar el problema de la escasez de contenedores.
Los cargadores tendrán que esperar hasta la segunda mitad de 2021 para vislumbrar algún atisbo de normalidad en el mercado de contenedores. Así lo han explicado desde ONE, Hapag-Lloyd y Maersk en un evento sobre el sector marítimo donde han debatido sobre la situación de la cadena de suministro y las rutas que ofrecen más posibilidades para salir de la crisis.
En este encuentro, se ha puesto el foco sobre la productividad de las terminales norteamericanas, que es hasta un 50% menor que la de las asiáticas. De hecho, en las últimas semanas se han acumulado numerosos retrasos en los puertos tanto de la costa oeste como del este.
En este sentido, Jeremy Nixon, consejero delegado de ONE, ha asegurado que en Asia se están quedando sin buques por los problemas existentes en estas instalaciones. Su previsión es que se tardarán al menos tres o cuatro meses en solucionar este problema, pero se esperan unos flujos más estabilizados en la segunda mitad del año.
Por su parte, Rolf Habben Jansen, que ocupa el mismo cargo en Hapag-Lloyd, ha asegurado que los fuertes volúmenes actuales se mantendrán durante bastante tiempo. Como Nixon, se ha referido a los problemas de disponibilidad de contenedores y buques en este momento, lo que combinado con los retrasos en las terminales, está creando la tormenta perfecta.
En su opinión, se podrá recuperar en parte la normalidad en uno o dos trimestres, pero aclara que los picos que se han llegado a dar en los últimos meses no son buenos para ninguna de las partes. Probablemente, para el tercer trimestre la situación sea más o menos normal.
Escasa fiabilidad en los tiempos de llegada
Finalmente, Vincent Clerc, consejero delegado de A.P. Moller-Maersk Ocean & Logistics, ha explicado que las cadenas de suministro globales nunca habían experimentando antes estos niveles de estrés.
A pesar de los enormes beneficios que han obtenido las navieras, Clerc cree que no ha sido un gran momento para el sector debido a los inconvenientes que han experimentado sus clientes debido a retrasos o a cargas que no han podido ser embarcadas en el momento previsto.
Según el último informe de Sea-Intelligence, la fiabilidad de los tiempos de llegada de las navieras ha caído al 34,9% en enero, lo que supone que solamente uno de cada tres contenedores ha llegado en el momento previsto, precisamente en un mes en el que los cargadores pagan cifras récord para asegurarse el embarque.
De hecho, en las rutas entre Asia y la costa oeste de Norteamérica, casi el 87% de los buques han llegado tarde, y cuando esto sucede, la media de los retrasos es de más de diez días.
En lo que respecta al aumento del consumo, desde Maersk apuntan a que volverá a los niveles normales, similares a los de 2019, a lo largo de 2021. En este sentido, la pandemia no ha cambiado su visión de la industria y sigue anticipando un crecimiento bastante moderado a largo plazo en el sector.