Debido a la propagación de la variante ómicron, Shanghái, con 25 millones de habitantes sufre la peor ola desde la originada en Wuhan hace más de dos años, ya que, si una persona da positivo, así sea asintomática deberá permanecer en un centro especializado hasta ser dado de alta.
Sin embargo, el confinamiento al que está sometida la ciudad dificulta la llegada de los camiones que tienen que llevarse las mercancías por carretera o distribuirlas a las fábricas cercanas. Muchas, como la de Volkswagen o Tesla tuvieron que parar sus actividades.
FABRICAS: Todas las empresas de Shanghái están cerradas, tanto oficinas como fábricas.
BODEGAS: Todos los almacenes siguen cerrados temporalmente hasta nuevo aviso.
PUERTOS:
- Los trámites del puerto y la terminal siguen operando, pero cuentan con menos mano de obra por lo que se está generando congestión y demoras.
- Debido a restricciones operativas en el lado del patio, existe la posibilidad de que no se permita la descarga de ciertas Clases DG y Reefers si no se puede acomodar la cantidad.
CAMIONES: Dado que hay control de tráfico en toda el área de Shanghái, el servicio de camiones está restringido (desde/hacia Shanghái); por lo que la disponibilidad de camiones es solo del 10% de lo habitual.
VUELOS: Aunque el aeropuerto PVG de Shanghái no se ha cerrado, se han cancelado muchos vuelos.
La naviera Maersk, la más grande del mundo también emitió un comunicado diciendo que «varios buques omitirán en sus rutas el puerto de Shanghái» debido a la escasez de espacio disponible para contenedores.
América Latina, que es un gran socio comercial de China sufre un gran impacto inflacionario, ya que las tarifas han incrementado. Ante esto algunos expertos indican que es poco probable que las restricciones duren mucho tiempo y el Gobierno haga lo posible para volver a la normalidad lo antes posible, unos afirman que la situación debería mejorar para mediados de mayo.
Redacción Mit Logistics